Oxford es una de las ciudades universitarias más famosas del mundo. A tan solo 80 kilómetros de Londres, la ciudad es conocida como “la ciudad de las agujas de ensueño” gracias a su arquitectura tan característica.
Ir a visitar Oxford desde Londres es muy fácil. Lo más barato y cómodo es ir en autobús ya que hay muchos horarios para poder organizar una escapada desde la capital de un día. El bus que llega hasta Oxford se llama Oxford Tube y sale desde la estación Victoria cada 15 minutos aproximadamente. Tiene varias paradas en la ciudad así que puedes escoger el punto de Londres que mejor te venga. El trayecto dura una hora y media y cuesta unas 20£ ir y volver. Desde la aplicación del autobús puedes conseguir descuentos si compras los billetes con anterioridad.
Si te gusta más ir en tren, desde la Estación Paddington hay trenes cada media hora. El trayecto dura una hora y al igual que en el autobús, puedes si compras el billete con anterioridad te puede salir más económico.
En coche no es recomendable ir ya que aparcar en Oxford es misión casi imposible.
La Universidad es el verdadero centro de la ciudad de Oxford. Se trata de la más antigua de las universidades anglosajonas y una de las más reconocidas en el mundo entero. Se sabe de su existencia desde finales del siglo XI. La Universidad de Oxford se compone por unos 39 college repartidos por toda la ciudad, cada uno es una unidad independiente. Algunos colleges son grandes, pomposos y visibles, mientras otros son pequeños edificios que se mezclan con las casas de la zona antigua.
Además de ser una ciudad universitaria por definición, también es uno de los principales escenarios de las películas de Harry Potter. La ciudad encierra muchos rincones bellísimos de arquitectura gótica. Uno de los rincones más curiosos es el Puente de los Suspiros (1917), este puente es una réplica del mismo Puente que hay en Venecia, en esta ocasión conecta los edificios del Hertford College. Hay una leyenda que dice que aquí es donde los chicos y las chicas debían separarse para ir cada uno a sus dependencias, de manera que ello justificaría los suspiros que dan nombre al puente. Sea verdad o no, este uno de los símbolos más bellos de Oxford y que miles de turistas utilizan para inmortalizar su visita.
Otro de los puntos importantes de la ciudad es la Biblioteca Bodleiana. La historia de la biblioteca se remonta a principios de siglo XVI y los edificios que la componen son imponentes. Desgraciadamente no se puede entrar en la famosa Cámara Radcliffe, este es un edificio autónomo, de planta circular, con aires neoclásicos y coronado por una solemne y elegante cúpula. Otro de los símbolos de la ciudad.
En la misma plaza donde se ubica la cámara Radcliffe, también se ubica también uno de los college más prestigiosos de Oxford, el All Souls. En este college no se ofrecen grados universitarios si no únicamente postgrados, el examen para poder ser admitido está considerado como uno de los más dificultosos de todo el país, hasta el punto de que únicamente uno o dos alumnos por año consiguen plaza.
Muy cerca se encuentra la iglesia de Saint Mary the Virgin, el templo de University Church of St Mary the Virgin. Este es uno de los templos más imponentes de la ciudad por su aguja gótica que sobresale por encima del resto de edificios.
Ya hemos comentado que la ciudad se ha vuelto más conocida si cabe gracias a la famosa saga de Harry Potter. Si has visto las películas de la saga, uno de los edificios que no te puedes perder es el College Christ Church. Fue fundado en 1546 y es uno de los mayores en tamaño de todo Oxford. Entre sus dependencias, cuenta con la Christ Church Cathedral, la iglesia catedral de la Diócesis de Oxford y su majestuosos comedor que te hará sentir un autentico miembro de Hogwarts! Una curiosidad es que este comedor sirvió de inspiración a Lewis Carroll para escribir Alicia en el País de las Maravillas. Dice la leyenda que los jardines de esta universidad son los que Carroll intentaba plasmar en su libro. Fíjate en las vidrieras del comedor en donde si buscas, puedes encontrar a la propia ‘Alicia’.
Volviendo al corazón de la ciudad antigua, debemos adentrarnos en Broad Street. En esta calle, una de las principales del centro de la ciudad, se localiza el Balliol College, uno de los más reputados de Oxford. Fue fundado a mediados del siglo XIII y es famoso porque, a parte de importantes científicos y otras personalidades, ha dado al país hasta tres primeros ministros: Herbert Henry Asquith, Harold Macmillan y Edward Heath. Justo enfrente del Balliol College se encuentra la Oficina de Turismo que nos ofrece un folleto y un mapa que nos permitirá seguir nuestro recorrido.
En la misma calle encontramos el Sheldonian Theatre, realizado por el mismo arquitecto que diseñó la Catedral de San Paul en Londres. Este teatro es la sede de algunas de las ceremonias más importantes del año universitario, es donde se realizan las ceremonias de graduación y de matriculación. Si el tiempo lo permite, puedes subir hasta lo alto de su cúpula donde tendrás unas vistas preciosas de todo Oxford.
Una de las mejores cosas de Oxford es poder verlo desde los canales, puedes disfrutar de la ciudad viendo los colleges y los jardines desde otra perspectiva y disfrutar de un agradable paseo por el río de la ciudad.