Edimburgo es la bella capital de Escocia, nadie duda que es una ciudad con encanto pero entre los rincones de esta ciudad habitan fantasmas, afortunadamente no conocemos a ninguno personalmente pero nos han contado historias sobre ellos y como estamos en la semana de Halloween, nada mejor que rendirles un homenaje.
- Annie, la pequeña habitante de Mary King’s Close.
Por debajo de los adoquines de la Royal Mile existe una pequeña ciudad subterránea, formada por una red de callejones que se tapiaron en el siglo XVII. El más famoso es Mary King’s Close, antiguamente este callejón era una calle comercial con tiendas de artesanos y viviendas. Según cuentan, la pequeña Annie murió tras contraer la peste, según parece los cuerpos de los enfermos de peste eran arrojados a este callejón y luego se les tapiaba para evitar el contagio de la enfermedad. Hoy en día, siglos después, se oyen lamentos en el rincón de su vieja habitación por no tener a su muñeca consigo.
- Maggie Dickinson, la ‘medio ahorcada’.
La joven Maggie Dickinson comenzó una nueva vida después de que su marido la abandonara en el pueblecito de Kelso. Mientras trabajaba en una posada, se quedó embarazada, y, para evitar causar un escándalo y perder el trabajo decidió ocultar su estado. En el momento de dar a luz, el bebé no sobrevivió, y Maggie intentó deshacerse del cadáver del pequeño en el río.
Sin embargo, Maggie fue descubrierta y la llevaron presa a Edimburgo. Su delito no había sido cometer adulterio, sino ocultar su embarazo. En ese momento, este era un grave delito y Maggie Dickinson fue condenada a muerte.
Como la mayoría de ejecutados de la época, a Maggie se la ahorcó públicamente en la horca, situada en Grassmarket. Tras certificar su muerte, se procedió a trasladar el cadáver al cementerio. Durante el trayecto empezaron a salir gritos y lamentos, al destaparlo comprobaron que Maggie seguía viva!
Según la ley escocesa, la joven había sido juzgada y se le había aplicado su pena, por lo tanto, no podían volver a ahorcarla. Así fue como Maggie pasó a la historia, viviendo una larga vida tras haber sido ejecutada, y conocida por todos con el apodo de Half Hangit Maggie (‘Maggie la medio colgada’).
- Mackenzie, el poltergeist del cementerio de Greyfriars
El cementerio de Greyfriars ha participado en la historia de Edimburgo. El famoso perrito Bobby, que tras la muerte de su amo veló su tumba durante 14 años, convive con el legado de los bodysnatchers, los ladrones de cadáveres y el rincón de los Covenanters, los integrantes de un movimiento religioso presbiteriano. Muchos de estos Covenanters murieron en cautividad y otros fueron ejecutados. Hace no muchos años, en 1999, alguien forzó la puerta del mausoleo de William Mackenzie, un abogado responsable de muchas de las sentencias de muerte de los covenanters. Este hecho desencadenó una serie de fenómenos paranormales que los visitantes del cementerio no podían creer; cortes, heridas inexplicables, mordeduras, desmayos, quemaduras, figuras fantasmagóricas, ruidos espeluznantes…
El Ayuntamiento de Edimburgo decidió cerrar esa parte del cementerio al público, pero dio permiso al historiador Jon Andrew Henderson para documentar los hechos. Empezaron a realizan visitas guiadas y¡de día y de noche y durante los tours nocturnos, se visita el Mausoleo Negro. Parece ser que no estas visitas no hacen mucha gracia a este poltergeist porque se ha ido forjando la leyenda del sanguinario Mackenzi, se dice que a lo largo de estos años ha atacado a más de 450 personas.
Verdad o no, lo cierto es que estos sucesos paranormales son los mejores documentados de Edimburgo. Si te atreves, no dudes en unirte a uno de los tour nocturnos que se realizan por el cementerio de Greyfriars…. aunque recuerda, asumes el riesgo despertar la ira de Mackenzie…