Ya estamos en Septiembre y volvemos a la rutina, a que los días se acorten, a madrugar… en definitiva, la vuelta al cole. Este es un momento duro para todos, pero sobretodo para los niños ya que se enfrentan a una mezcla de nervios con emoción por empezar un nuevo año y aprender cosas nuevas.
Es verdad que la vuelta al cole es dura para los niños pero para los adultos también, por eso se recomienda que debe hacerse de manera progresiva ya que volver de disfrutar del calor, la playa, la piscina y sus horarios y rutinas están totalmente cambiados.
- Ajustar horarios y rutinas.
Esta suele ser una de las tareas más difíciles, durante el verano los horarios son más flexibles y sobre todo la hora de irse a la cama ya que, al día siguiente no hay qué madrugar. Para los niños esto es muy duro y es bueno que unas 2 semanas antes de comenzar las clases empecemos a regular los horarios.
- Recordar y agradecer los buenos momentos del verano.
Durante el verano hacemos muchas actividades que nos encantan; nos vamos de viaje, vamos a la piscina o a la montaña, viajamos al extranjero o descubrimos nuevos lugares de nuestra ciudad. Es bueno que para acabar el verano recordemos los mejores momentos que vivimos, esto ayudará a cerrar esta etapa y, además hacerlo con alegría por los buenos momentos que han pasado y no con tristeza por acabar algo divertido.
- Proponer nuevas metas y objetivos.
Año escolar nuevo, vida nueva. Aunque ya no estes en el cole, el comienzo del año escolar significa volver a la rutina general, los comercios, los horarios… todo se vuelve a normalizar y es un buen momento para ponernos nuevas metas y objetivos a cumplir durante este curso. Establecer objetivos cómo empezar una nueva actividad y aprender un nuevo idioma puede ser muy motivador para que nuestros hijos comiencen las clases con energía.
- Reforzar los beneficios de comenzar un nuevo año escolar.
Para muchos existen muchas cosas negativas cuando vuelve la etapa de volver al cole. Significa que se acaba el verano, empieza el frío, hay que madrugar, nuestro tiempo se reduce…. La adaptación a la rutina tras las vacaciones puede ocasionar determinadas alteraciones emocionales y físicas conocidas como el llamado «Síndrome post vacacional». Este es un trastorno que no sólo sufren los adultos, sino que también afecta a niños y jóvenes que deben recuperar su ritmo habitual en cuanto a horarios, alimentación y actividades en muy poco tiempo. Y sí, todo esto es verdad pero hay que reforzarse en el beneficio de comenzar una nueva etapa, es una nueva oportunidad para realizar algo nuevo y como dijimos, buscar un nuevo objetivo o hobby.